Harper Lee: ¿autora de un solo libro?
Harper Lee escribió la novela casi perfecta Matar a un ruiseñor
en 1960 y ganó el Pulitzer ese mismo año. Es su única novela, de la que
se han vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo. Fue
tal el éxito que en 1963 Gregory Peck protagonizó la adaptación cinematográfica de la obra del mismo nombre, que ganó 3 premios Oscar.
Después, Lee desapareció y no volvió a
publicar nada más. Hasta ahora. En 2014, su abogada encontró un
manuscrito (ahora dicen que fue hace tres años ya) y, con el permiso de la autora, se publicó el 16 de julio
bajo el título de Ve y pon un centinela.
¿Quien es Harper Lee? ¿Por qué huyó de la fama y reconocimiento del público?
Nelle Harper Lee nació el 28 de abril de
1926 en Monroeville, una pequeña localidad de Alabama (Estados Unidos).
Era, al igual que la protagonista de su novela, Scout, hija de un abogado y
amiga del escritor Truman Capote.
Estudió Derecho en Alabama hasta 1949.
Con posterioridad, se trasladó en los años 50 a la ciudad de Nueva York
para trabajar en una compañía aérea y, tras algún problema de salud,
regresó a su ciudad natal para retirarse y vivir en el anonimato.
Al igual que J.D. Salinger,
huyó de la fama, los focos de la prensa y la notoriedad, tras haber
sufrido los estragos de un vertiginoso éxito y persecución mediática.
Sinopsis:
En Matar a un ruiseñor, Jean
Louise Finch, Scout evoca una época de su infancia en un pequeño pueblo
de Alabama. Una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la
desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y
vecinales, y un sistema judicial racista, sin apenas garantías para la
población negra. Su padre, el abogado Atticus Finch, se erigirá en gran héroe defensor de la justicia.
Como veréis, encontraremos muchos paralelismos entre las dos novelas. En Ve y pon un centinela
Scout, con 26 años, regresa a su pueblo desde Nueva York para visitar a
su padre, Atticus. Con el trasfondo de la lucha por los derechos
civiles y los disturbios políticos que estaban convulsionando el Sur, el
regreso de Jean Louise a casa se torna agridulce. El descubrimiento de crudas verdades sobre su familia, la ciudad y las personas que
más quiere, unido a los recuerdos de su infancia, va a hacer que se
cuestione todos sus valores. Incluso al héroe que creyó recordar en su padre.
Esta novela retrata la dolorosa transición
vital de una joven que deja atrás las ilusiones del pasado en un viaje a
su propia conciencia.
Podemos leer esta nueva novela como una secuela de Matar a un ruiseñor, aunque realmente fue escrita unos años antes.
Pero, ¿hay que leerla? Vayamos por partes. No va a pasar a la historia como una gran obra maestra, eso está claro. Matar a un ruiseñor sigue siendo imprescindible, pero Ve y pon un centinela adolece de varios males: no está tan revisada ni pulida, los flashback de la protagonista llegan a resultar cargantes y la historia no fluye como en la otra novela de Harper Lee. Podría no leerse, y tampoco perderíamos nada. Ahora bien, esta nueva novela viene a ser un "primer borrador" de la anterior, hay que valorarla como un ejercicio de escritura, como una etapa del camino necesario que un buen autor tiene que seguir para conseguir escribir una obra maestra, el camino que siguió Harper Lee para poder, un día, escribir la magnífica Matar a un ruiseñor. Con cariño y curiosidad literaria es como debe leerse.
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