Ya tenemos el Princesa de Asturias de las Letras: Richard Ford
El jurado destaca que su obra se inscribe en la gran tradición de la novela americana del siglo XX y recurre a una épica «irónica y minimalista» para definir sus personajes, tramas y argumentos. «El cuidado detallismo en las descripciones, la mirada sombría y densa sobre la vida cotidiana de seres anónimos e invisibles, conjugan la desolación y la emoción de sus relatos», añade el jurado.
"Francamente, Frank" es su última novela
En Francamente, Frank Ford regresa con cuatro historias narradas por el icónico Bascombe. Ahora tiene sesenta y ocho años y de nuevo está cómodamente instalado en la zona residencial de Haddam, Nueva Jersey. Bascombe ha salido airoso –en apariencia, aunque no del todo– de las secuelas de la devastación del huracán Sandy. Como en todos los libros protagonizados por él, el espíritu que guía a Ford es la vieja máxima cómica que promete que si las cosas no resultan graciosas, no son realmente serias. La desolación sembrada por el Sandy, que ha arrasado casas, zonas costeras e innumerables vidas, es probablemente el arranque más tremendo que se pueda imaginar para una narración. Y sin embargo se convierte en el perfecto telón de fondo y en la piedra de toque para Ford y Bascombe. Dotados de una precisa sensibilidad de comedia y de una inteligencia arrolladora, estos relatos abordan un completo catálogo de asuntos muy americanos: el envejecimiento, el racismo, la pérdida de la fe, el matrimonio, la redención y el desplome del mercado inmobiliario.
A través de Bascombe –irónico, blasfemo, emotivo, sabio y a menudo políticamente incorrecto– nos sumergimos en las aspiraciones, pesares, anhelos, logros y fracasos de la vida americana en los albores del nuevo siglo. Richard Ford trae de vuelta a Frank Bascombe en toda su imperfecta gloria para decir (a menudo de un modo hilarante) lo que todos pensamos pero pocos se atreven a expresar en voz alta.
«Frank es el hombre de la calle de Ford, un testigo desencantado, triste e irónico de la vacilante actitud de América ante el final de un siglo y la llegada de un nuevo y amenazador milenio. Richard Ford es un escritor maravilloso» (John Banville, The Guardian).
«Como de costumbre, el toque divertido y lírico de la voz de Frank es lo que genera buena parte del atractivo. Solitario por naturaleza, Frank es en realidad una compañía estupenda, y su humor socarrón y su búsqueda existencial de lo correcto y las verdades últimas lo convierten, con todas sus imperfecciones, en alguien entrañable» (T. Newbury, Literary Review).
«Unas narraciones absorbentes, divertidas y a menudo profundas. Quienes conozcan al Frank Bascombe de las anteriores novelas reconectarán rápidamente con su imborrable personalidad» (Publishers Weekly).
«Frank Bascombe es puro placer. Unas narraciones irresistibles» (Michael Dirda, The New York Review of Books).
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